En los años 50 los perfumes Guerlain decían París, New York, La Habana, y no era por gusto. La bohemia habanera comenzaba en la playa de Santa Fe, al oeste, y recorría 40 Kms. de música en vivo. ¡Y el Rey de La Habana era el bolero! Pocos años después, frente a los cabarés cavaban trincheras, los más afamados boleristas (cantantes, autores, orquestadores) y todas las disqueras y publicitarias estaban en el destierro. ¿Qué forzó el camino del bolero? En este libro: la guaracha que no respeta altares ni jerarquías. Los trovadores del nacimiento de la nación. La rumba: del barracón al cine de rumberas. Los abakúas blancos de la comparsa de El Alacrán. Las broncas entre Rita Montaner y Bola de Nieve. Del danzón de Cachao al mambo de Pérez Prado. De Matamoros a Beny Moré. Del nacimiento de la televisión a exportar telenovelas. Del frenesí de La Lupe a la prohibición de la Navidad. La Habana sin Olga Guillot. Johnny Pacheco: “Celia era la orquesta”. Música vieja para el hombre nuevo. Los Van Van en la máquina del tiempo. Y la advertencia de Gabriel García Márquez: “cómo desaprovechan su música los cubanos”. Autor: Armando López Salamó, Santa Clara, Cuba. Fundador de la revista cubana Opina y del Premio Girasol a los artistas más populares en la Isla. Sus artículos y entrevistas han sido publicados en España, Latinoamérica y Estados Unidos. Ha impartido conferencias sobre música cubana en prestigiosas universidades y dirigido musicales en los principales teatros de New York y La Habana. Su reciente novela Los maricones van al cielo, ha sido elogiada por la crítica.