Cuando enfrentes la adversidad trata de mantener el positivismo recuerda que no hay mal que por bien no venga. EL PODER DE SEGUIR ADELANTE By María del Pino Trafford Publishing Copyright © 2008 María Del Pino All right reserved. ISBN: 978-1-4251-6923-7 Chapter One Este libro se lo dedico a mi padre Luis A. del Pino, que en paz descanse, a quien perdí hace dos años; a mi madre María M. del Pino, que en todo momento estuvo cuidándome; a mi hermano Juan Carlos, quien me cuidó los 4 días que estuve internada; a los terapistas del hospital de rehabilitación, quienes con su ardua tarea logran que los pacientes se rehabiliten y gracias a ellos, pude caminar de nuevo a base de ejercicios; a Lucy, compañera de estudios desde los 11 hasta los 17 años; y a los paramédicos que me auxiliaron y me devolvieron a la vida. La fuerza y el poder de seguir adelante. Mi historia es acerca del accidente ocurrido el 8 de enero del año 2000. Es increíble la forma como pasan las cosas. Desperté en un hospital con muchas máquinas alrededor y pensé que estaba soñando. Le pregunté al sacerdote: ¿qué pasó? y él respondió: "Big car accident" (accidente grande). Me toqué el rostro lleno de heridas por los vidrios y me di cuenta de la triste realidad. La enfermera consternada porque había vuelto en si, corrió a llamar al doctor Maot y él me dijo muy emocionado: "lucky you", "you lucky". Milagro de Dios. Dios está lejos de los malvados, pero escucha la oración de los buenos y les concede sus peticiones. Este libro lo escribí con mucho amor para enviar un mensaje a todas las personas que sufren algo parecido; para que traten de salir adelante y luchen con todas sus fuerzas. Yo logré caminar y que mi brazo se moviera, aunque no lo alzo demasiado; logré mucho a partir de una lucha constante a base de ejercicios. Escribir este libro me tomó algunos años porque cada vez que recordaba e intentaba escribir, terminaba llorando. Además, lo escribí en mis ratos libres porque parte del tiempo lo ocupo ahora haciendo diligencias de mi madre y mi esposo, a quien acompaño a ver a los clientes porque me gusta alternar con las personas. Pronto voy a estudiar cocina gourmet para poder sentirme útil otra vez, puesto que toda mi vida he trabajado y me resulta difícil no contar con dinero. Considero que siempre hay que fijarse metas en la vida y es maravilloso cuando logran cumplirse. Hermosos y específicos detalles Para este libro me dije por qué no escribir sobre lo que me pasó y la forma como salí adelante con valentía, fuerza y tenacidad. Publicarlo sería mi vivencia, 'algo maravilloso', y ejemplo para muchas personas que sufren accidentes y otro tipo de problemas, a fin de que luchen con todas sus fuerzas; si uno puede todos pueden. Para mi fue duro y doloroso, pero logré caminar, y luego, mover el brazo después de la operación y la terapia del hombro. Yo disfruto de las cosas simples de la vida como el aire, que acaricia y refresca mi rostro; los manantiales de agua, la naturaleza, las flores, los prados verdes y el cantar de los pájaros por las mañanas. Observando todo esto pienso que la vida es un regalo de Dios. A un año del accidente Tratéde conseguir más información acerca del accidente, así que busqué a uno de los testigos: Cortes, un hombre de sonrisa amable que me dijo: "Yo no sé usted qué hace aquí. En tantos años nunca había visto un accidente así. Un carro corría a una velocidad increíble, millas por hora, y usted venía tranquilita a 2 millas por hora. Cuando pasó fue como una bala y luego se escuchó una explosión fortísima". Él vio cómo mi carro daba tres vueltas en el aire y las ruedas quedaban hacia arriba. Dijo que yo estaba completamente cubierta de sangre y él, pese al tremendo impacto, tocó desesperado la ventana de mi carro y llamó al 911. Me vio blanca como un papel y dijo: "ojalá esté viva". Los carros de la policía llegaron y cercaron inmediatamente la calle. Los bomberos también llegaron e intentaron sacarme. Como el carro quedó con las ruedas hacia arriba, debieron cortar un pedazo del carro para sacarme. Los paramédicos me envolvieron en una sábana blanca. Tenía paro cardiaco y ellos trataron desesperadamente de resucitarme y lo lograron. Me devolvieron a la vida, aunque mi estado era muy delicado y presentaba varios traumas. Fui trasladada al hospital. Yo recibí la extremaunción Rodeada de aparatos y como estaba muy débil, llamaron al sacerdote para darme la extremaunción. En ese momento, abrí los ojos y me encontré con los inmensos ojos azules del sacerdote y le pregunté: ¿qué pasó? Él me respondió: "Big car accident", entonces me agarré la cara llena de heridas por los vidrios y pude darme cuenta de la triste realidad. La enfermera llamó al doctor Maot y él me dijo: "You lucky, you lucky", yo le dije: "Doctor, tengo mucho dolor y es muy fuerte" y enseguida él gritó: "Morfina, morfina". En ese lapso de tiempo cuando el sacerdote me estaba dando la extremaunción, alcancé a ver una