A los 450 años del fallecimiento de Guaicaipuro, el más grande de nuestros caciques, es justo recordarlo con una obra que narre su apasionante vida de una manera cronológicamente ordenada y que sin apartarse de la probable realidad histórica, nos lo muestre tal cual como debió ser, y fue.Me impresionó el desconocimiento que reina entre los venezolanos sobre el gran líder de la resistencia indígena. Para muchos, fue solo un simple guerrero, uno más de los tantos héroes que surgieron en la época de la conquista.La Historia la escriben los vencedores; y en nuestras tierras, los vencedores fueron los conquistadores; no los aborígenes, quienes por razones obvias, ni siquiera pudieron escribir su propia versión. Pero, sin embargo, la tradición que era y todavía es una importante fuente histórica, preservó algunos aspectos de ese gran líder, que traté de recoger de diferentes vetas para hacer esta nueva “historia y algo más”.Del otro lado de la Historia, es decir, la escrita por españoles o por hispanoamericanos (con la honrosa excepción de algunas escasas y tardías referencias de José de Oviedo y Baños sobre Guaicaipuro), se ha dado total credibilidad a las narraciones de los conquistadores, mientras que las de los nativos han sido casi completamente silenciadas, a pesar de que estos las han transmitido de padres a hijos durante siglos. La historia del héroe ha sido opacada por el denso humo de la superchería, la brujería, el espiritismo y, más recientemente, de los intereses políticos partidistas.Mi único interés al redactar esta “historia, a mi manera”, es el de describir al gran Guaicaipuro como en realidad fue: un ser humano que amó a su familia y a su pueblo; un indomable guerrero; un hábil estadista que logró concertar una extraordinaria alianza indígena; y un ardiente defensor de la libertad, que probó su desinterés dando su vida por ella.