Un joven profesor de la Universidad de Cambridge, Horace Holly, es visitado por un colega de profesión, Vincey, que le revela que morirá pronto. Vincey le cuenta un cuento fantástico de su familia. Este encarga a Holly la tarea de criar a su joven hijo, Leo (al que nunca ha visto) y le da una caja de hierro cerrada, con instrucciones de no ser abierta hasta que Leo no cumpla 25 años. Holly acepta y Vincey muere al día siguiente. Holly cría al niño como suyo; Cuando la caja es abierta en el cumpleaños número 25 de Leo, descubren el antiguo y misterioso "Fragmento de Amenartas", que parece corroborar la historia del padre de Leo. Holly, Leo y su sirviente, Job, siguen las instrucciones del Fragmento y viajan al este de África, pero naufragan. Solo ellos sobreviven, junto con su capitán árabe, Mahomed; Después de un peligroso viaje a una región inexplorada del interior africano, son capturados por el salvaje pueblo Amahagger. Los aventureros se enteran de que los nativos están gobernados por una temible reina blanca, a la que se venera como Hiya o "Ella-a quien-debe-ser obedecida". Los Amahagger sienten curiosidad por los intrusos de piel blanca, ya que la misteriosa reina les advirtió de su llegada.Henry Rider Haggard (Bradenham, Norfolk, 22 de junio de 18561-Londres, 14 de mayo de 1925) fue un escritor inglés victoriano de novelas de aventuras, iniciador del subgénero «mundo perdido». Nació en la mansión rural Wood Farm, en Bradenham Hall (Norfolk, Inglaterra).La más imaginativa y maravillosa aventura creada por Haggard empieza cuando Leo y Holly descifran el mensaje que envía la antigua princesa egipcia Amenartas. En su misterioso viaje descubren a «Ella», ese extraño ser, terrible y fascinante, símbolo de la eterna juventud y de la permanencia en el tiempo. Pero «Ella» no es solo una alegoría sobre el eterno retorno; es también una melancólica reflexión sobre la dureza de este mundo cruel, que no invita precisamente a eternizarse. «El mundo —dice Holly en un curioso atisbo de existencialista— no ha demostrado ser un nido tan suave como para que invite a quedarte en él para siempre».