A veces, una sola palabra puede cambiar una vida entera. A los setenta y tres años, el narrador de Entre pasos y silencios —escritor, lector voraz y apasionado del tango— creía haber alcanzado una paz serena. Separado, pero en buenos términos con su exmujer, comparte un terreno donde conviven cuatro casas, su familia, su hijo, su yerno viudo y los recuerdos de su hija recientemente fallecida. La vida había encontrado un equilibrio frágil pero amable, sostenido por la música, la escritura y la rutina de las clases de tango que tanto le daban sentido. Todo se derrumba una noche cualquiera. Durante una clase, una mujer a la que apenas conoce lo acusa en público de haberla tocado indebidamente. El tiempo se detiene. Los murmullos, las miradas, el silencio denso de los otros... y de pronto su nombre, su historia, su reputación, quedan manchados por una sola frase. A partir de ese instante, el protagonista se ve envuelto en un laberinto de sospechas, de versiones, de juicios morales y mediáticos que lo obligan a defender no solo su inocencia, sino su dignidad. Entre pasos y silencios es mucho más que una novela sobre una acusación falsa. Es una reflexión profunda sobre la vulnerabilidad del ser humano frente a la mentira, sobre el poder destructivo de las palabras y la lentitud con la que la verdad logra abrirse paso. La historia combina la fuerza introspectiva de la primera persona con breves escenas desde otras miradas, que muestran cómo la duda y el rumor pueden alterar la percepción de una comunidad entera. Mientras el proceso judicial avanza, los medios amplifican el escándalo y el protagonista intenta reconstruir su vida, el tango —con su ritmo de abrazo y distancia— se convierte en metáfora de la existencia: un equilibrio entre cercanía y respeto, entre confianza y vértigo. En ese universo donde el contacto físico es también comunicación, la acusación adquiere un peso simbólico devastador. A lo largo de las páginas, el lector acompaña a un hombre que no se resigna a ser víctima del prejuicio ni del olvido. Con serenidad, inteligencia y una sensibilidad aguda, busca sostener su humanidad frente al desprecio y la indiferencia. Los diálogos con su familia, la comprensión de su exmujer, el apoyo incierto de algunos amigos y la irrupción de nuevas voces del ambiente del tango van delineando una red emocional compleja, tan real como dolorosa. Años después, en el epílogo, el narrador reflexiona desde la distancia: el daño no desaparece, pero deja espacio para el aprendizaje y la templanza. No hay venganza ni resentimiento, sino una aceptación madura de que la vida sigue, aunque las cicatrices permanezcan. Con una prosa sobria, honesta y conmovedora, Entre pasos y silencios explora temas universales: la dignidad, la justicia, la soledad, el perdón y la capacidad de resiliencia. Es la historia de un hombre que se niega a ser definido por la mirada ajena y que encuentra, entre las sombras del dolor, una nueva forma de libertad. Una novela humana, intensa y necesaria. Porque nadie está a salvo del juicio injusto. Y porque a veces, sobrevivir también es una forma de bailar.