¿ERA FELIZ Y NO LO SABÍA? Qué pregunta la mía... Ni idea de cómo sería la vida si supiera la respuesta. ¿Autoayuda? Puede que esto te ayude... Ya sabes que lo voy a intentar. Es más: tú y yo vamos a recordar aquellas cosas que nos daban la vida. Vamos a aprender, a buscarnos y a intentar encontrarnos. ¿Qué silencio guardas por miedo a romperte? Pues aquí... tienes las puertas abiertas para llorar. Voy a ser tu hombro, tu apoyo. No habrá juicios, y nadie te va a juzgar. También sonreirás... no todo van a ser lágrimas. Pero, sobre todo, mi intención es que todo esto —que nace de forma genuina— te haga sentir. Dejemos de buscar lo perfecto e intentemos encontrar lo que nos llena. ¿Qué te escribirías a ti que nadie te haya escrito nunca? Ayúdame a ayudarte, y ayudémonos mutuamente en esta aventura. Demos la bienvenida a un viaje sin filtros, sin postureo y sin perfección.