Hay libros que se leen y se olvidan. Y hay libros que se leen y se quedan, como semillas que germinan en silencio dentro del corazón del lector. Este libro pertenece a los segundos. Herencia de Tierra y Sangre no es una historia cualquiera: es el testimonio vivo de un hijo agradecido, de un hombre que supo mirar atrás con humildad y hacia adelante con esperanza. Aquí no se cuentan solo recuerdos: se alza una voz que atraviesa generaciones, que honra a los padres de ayer, sostiene a los padres de hoy y guía a los padres de mañana. En estas páginas hay llanos infinitos, donde el viento trae consigo cantos de joropo y galopes de caballo. Hay montañas cubiertas de neblina, donde cada sombra guarda un misterio, donde los ríos murmuran y los árboles susurran historias que no están en los libros. Hay espantos, mitos y leyendas, porque ningún pueblo está completo sin la voz de lo invisible que lo acompaña. Y, sobre todo, hay hombres y mujeres de carne y hueso: padres que dieron todo, madres que sacrificaron su vida, hijos que aprendieron a ser fuertes a golpes y a veces también a lágrimas. Este libro es, a la vez, íntimo y universal. Íntimo, porque nace del amor profundo hacia unos padres concretos: Víctor Manuel Niño Roa y Elsa María Rosas Jiménez. Universal, porque en ellos se refleja cada padre y cada madre del mundo: los que siembran café en las montañas, los que crían ganado en las sabanas, los que venden frutas en las plazas, los que alientan a sus hijos en medio de la pobreza. No es un libro para leer de prisa. Es un libro para sentarse, como quien se sienta frente al fogón de leña en la noche, con el alma dispuesta a escuchar. Cada capítulo es una chispa que enciende la memoria, un susurro del pasado que ilumina el presente. Aquí el lector encontrará advertencias escondidas en las leyendas, enseñanzas en las historias de lucha, ternura en las descripciones de la infancia, y grandeza en la figura humilde de un padre campesino y una madre abnegada. Al cerrar estas páginas, no se cerrará el libro. Se abrirá en cada corazón que decida llevarlo consigo, en cada hijo que decida honrar a sus padres, en cada familia que comprenda que la tierra y la sangre son el único tesoro verdadero. Herencia de Tierra y Sangre es más que un homenaje: es una invitación a la gratitud, un canto a la vida campesina, un abrazo a los padres del mundo, y una voz que, aunque venga de la memoria, quiere quedarse viva en cada lector. N- Niño Rosas 2025