En este libro me propongo hacer algo que me hubiese gustado encontrar hecho hace muchos años, cuando empecé a dar clases de Política (con otros nombres, pero política al fin y al cabo) a mis queridos alumnos adolescentes. Y no como manual para ellos, sino como manual para mí. Pues bien, aquí es donde se requiere cierta participación del lector que me gustaría que no fuese simplemente un lector pasivo que recibe argumentos sin involucrarse en la trama. Es por ello que este libro está lleno de ejemplos. Y esto es lo que creo que puedo aportar. Así de simple. Porque, en este caso, los ejemplos no son ocurrencias de última hora para salvar el trámite de amenizar la teoría. Todos los ejemplos que aparecen aquí, tanto las películas, como las lecturas, como las ejemplificaciones en el sentido literal de la expresión, son el fruto larvado de 20 años de ensayo y error con un público muy exigente que te hace ver muy ostensiblemente cuando le resultas aburrido. Las películas seleccionadas han superado ese “ cásting ”, las he utilizado una y otra vez como cuadernos de ejercicios y no exagero si digo que algunos fragmentos del guion los podría recitar. Lo mismo con los libros de los que se habla (no sólo los textos citados) y también los ejemplos que se deslavazan quirúrgicamente. Es por ello que ruego al lector que, para sacar todo el provecho de este trabajo y también, por qué no, para poderme juzgar con equidad, tenga a bien tomarse muy en serio estos ejemplos: vaya, que vea las películas, que lea los libros y que se demore en los ejemplos, a modo de experimentos mentales.