Nació el café en las entrañas de la tierra, cuando el sol besó las semillas oscuras y el viento llevó su aroma hasta los sueños de la humanidad. Cuentan que fue en la legendaria Abisinia, cuando un pastor vio danzar a sus cabras bajo el embrujo de un fruto rojo. Desde entonces, el amanecer tiene el nombre de CAFÉ. Así nació la magia convertida en néctar inspirador, soberano y adictivo…, elíxir de nostalgias, aroma encantador que nos despierta y nos regala recuerdos de la abuela en la fragancia arrulladora de una cocina tibia. Figura principal de reuniones, encuentros, y de esa pausa que nos invita a pensar, reflexionar y sentir, el café se convirtió en el elemento motivacional para Fefi Toll, fundadora y directora del Salón de Escritoras Latinoamericanas (SEL) que lleva su nombre. Ella convocó a todos los miembros de esta familia literaria a escribir poemas sobre el divino grano. Cuando leyó los que le llegaban, le surgió la idea de reunir esas poesías “cafeteras” y hacer un libro. Ella fue la inspiración, y Pablo Socorro, director de la Editorial Lunetra y la editora Maite Glaría, abrazaron con marcada ilusión este proyecto, y se comprometieron a editar y publicar este hermoso libro, como un regalo para esa institución familiar de quienes sienten pasión por las letras. Así se concibió, y vio la luz esta antología Poemas con aroma de café , una obra donde 40 poetas conforman una constelación de amantes del café. Ellas y ellos, han combinado en sus versos, alegrías, nostalgias, deseos, rutinas, pasiones y esperanzas, y se han unido para servir en cada texto una taza distinta del mismo misterio, para reconocer la exquisita bebida como el puente entre la soledad y la compañía, entre la vigilia y el sueño, y celebrar ese instante breve y mágico donde la gente, la poesía y el amor se confunden en un mismo y delicioso aroma de café. Maite Glaría Poeta y Editora