Poemas, versos, lírica y ensayos para saborear la vida en cada taza. "La obra que trasciende y convierte el café en un universo emocional". ¿Qué pasaría si la taza de café de cada mañana fuese, en realidad, un portal? Un portal no hacia otro lugar, sino hacia la capa más profunda y significativa de tu propia existencia. "Versos para leer antes de que se enfríe el café" no es un libro sobre el café; es un espejo humeante que te devuelve la imagen de tu alma, de tus recuerdos y de tus sueños más audaces, todos catalizados por el sorbo oscuro y ardiente que te acompaña día tras día. El corazón de esta antología late al ritmo de la vida cotidiana, elevando el ritual de la pausa a una liturgia de profunda significación personal. El autor, con una lucidez casi mística, revela que el café no es un mero estimulante; es un testigo fiel , un guardián silencioso de los momentos más frágiles y trascendentales de la existencia. El autor te entrega un cálido cuenco de posibilidades, un mapa no escrito donde cada sorbo contiene la esperanza de un futuro que se siente cerca, que se anhela y que, finalmente, se logra con una decisión en firme. El libro es, en última instancia, un brindis por todas las metas que aún no se cumplen, un recordatorio de que todo empieza con un pensamiento, con un sorbo, con un sueño en el aire. Al abrir estas páginas, usted acepta una invitación a la confraternidad más íntima: la que se sella en el silencio compartido de la pausa. Cuando bebas tu próxima taza, ya no te sentirás un ser solitario. Estarás acompañado por la resonancia de estos versos, por la complicidad de un escritor que entendió que los ideales más altos de la vida —la esperanza, la memoria, la creación— deben medirse en cucharaditas, en vapores danzantes, y en el sabor profundo de un café recién hecho. Esta vasta y apasionada colección de más de 150 piezas —que entrelaza la poesía lírica más conmovedora, el verso libre más sincero, la prosa ensayística más lúcida y los micro-relatos más evocadores— nace de una epifanía. Es el registro de más de un año de revelación donde el café dejó de ser una sustancia para convertirse, por fin, en un universo completo de contemplación, creatividad y consuelo.